Números Rojos
viernes, enero 26, 2007
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Voy a contarlo como una alegoría.

Perdón por no entenderlo todo aquella vez. Sé que me llevaste de la mano mucho tiempo. Te lo agradezco. Hoy murió Pinochet. Imagino cuanto te alegrarías. Imagino Plaza Italia contigo. Levantando banderas, abrazando desconocidos unidos por el dolor de la muerte. Te imagino vestida de capitana de barco pirata, vendiendo el alma a quien no te la quiere comprar.
Tuve la extraña suerte de estar contigo, los últimos días, las últimas horas. Cuando estábamos un poco allá, un poco acá. Aprendiendo a seguir viviendo. Bebiendo en todas las ventanas de calle México. Escuchando besos compartidos. Cuando sobre el colchón jugábamos a nuestro juego favorito. Nunca me quisiste. A mi no me importaba. Tú nunca querías a nadie. Eras una Eva en sol, con besos de Goya y pan.

A veces te hablo como un hoy eterno, como si me siguieras en todos los lugares donde estoy. Me dirías lo de siempre, que un día los enanos se rebelarían contra los gigantes y sus pequeños rencores. Yo solo te miraba, y seguía en lo que hacía, aunque ya no recuerdo que es eso que hacía. Te recordé ese día en Plaza Italia. Te recordé como en los primeros días. Tú olor, tus caderas, la punta de tus uñas, el inicio de tu cuello.

Nos conocimos como en el primer cuento de “Utopía de un hombre que esta cansado”. Tu rosario dice la verdad. Esa forma tan cobarde de decirme que sí. Recuerdo tu huelga de amor. La vida sin la braga de la Garbo. Como siempre, sin hablar de nada, diciéndolo todo. Pobre Bahía, tan dudosa y certera. Tenías 22 años, estabas muerta. Leías a Fernando Echeverría, Víctor Sueiro, Sábato y Borges. La literatura comunista de boga: Webber, algo del capital, la sicología socialista rusa. Te gustaba comentar los cuentos breves de Monterroso. Recuerdo uno, el más breve: “… y cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí”. Nunca lo entendí.

Tú, la primera en olvidar. Calamaro, sus canciones, la bahía, el arriero, Iñaki Echeverri/Fernando Echeverría. Sinatra, la cajita de las mil canciones y solo sweet Carolyne. Sabina, maldita pez de ciudad. La melancolía cruceña de tus ojos. Como siempre, como nunca y siempre, adjetivizo demasiado. Hoy te busco sumariamente, en mis días, mis cuentos, en el banco de plaza Francia, en los ojos de tus compañeros que saltan y alzan banderas. Hoy no estás, lo sé. Lo sé y no lo niego. Es solo el canto de Plaza Italia. Es solo que jamás soy el primero en olvidar.
 
Comentarios:
holas!!
siempre escribiendo lindo...
ojala io pudiera...
pero no todos tenemos ese don...
mmm io y mi hna estamos bien...
espero q tu tb...
y eso nose q mas escribir...
ojala nos veamos pronto...
besos xau
 
Me gusto, auqnue me suena mucho a cuentos de borgés. Peo me gusto, siempre has escrito bien, deberías publicarlo entero, ya que me dijiste que esta versión, la corta, no te gustaba y que era muy abrupta. Cote.
 
mmmm.....sí...usted y sus influencias borgianas... entre otras....
pero bien...
... esta vez me gustó, asi que,
o está usted escibiendo bastante mejor, o yo estoy muy enamorada.....

mmmm...creo que pueden ser las dos cosas....
y mi cuento completo cuándo???
le recuerdo señor escritor que sigo siendo su más fiel lectora y más dura crítica....
tambien le recuerdo que lo amo más que a nada en este mundo...
Paula.
 
"Las musas deberíamos cobrar derecho de autor"...
Xi.
 
Sé que la última vez que anduviste por aquí fue hace mucho. Sé que probablemente nada de lo que escriba sirva para tender un puentecito de palabras.

Pero quiero decirte que, desfasado y todo, el milagro de las letras es que yo haya llegado, ahogada y con siglos de naufragio, hasta esta orilla, un poco por instinto y otro poco por azar, y haya encontrado una melancolía que me ayuda a llorar.

Es un alivio saber que no se está sola, a ratos, maldiciendo contra los soles y las lluvias. En esa oscura solidaridad encuentro un trocito de salvavidas que yo, en asfixia y extravío, me apuro en tomar.

(No es que escribas bien. Es que escribiendo das respiración boca a boca a algunos fantasmas que queremos resistir)

Un enorme beso cronopio.
 
Señor don nicolás...debo reconocer que hace mucho tiempo no pasabas por estos lados...la explicación es simple..no recordaba esta dirección y jamás me tome la molestia de preguntarla..creo que debido a las mil cosas que rondan a diario por mi cabeza...sin embargo esas cosas de la vida...vi esta dirección en tu msn y decidi venir de paseo...
y..que puedo decir..desde la vereda de en frente en mi humilde asiento..no se si es bueno o malo lo que escribes..pero al menos empiezo y siento deseos de leer hasta el final..ya es algo no??
un abrzo para usted
 
Te extraño...
 
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"Todo esto, de todas las maneras y de todas las formas, es un desconcierto. Como no sé negociar, y no creo en Randy Newman o Alá, me permito confesarles que mi primer apellido ya no es Martínez. Esta pequeña "nemes" es una manera de dar tablas y de desertar."

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